tomemos una frase que funcione como inicio de un relato y, simultáneamente, dibujemos una imagen esquemática que la represente. esa frase se ligara con otra, y con otra; y cada una participa de la construcción progresiva de un relato. cuando una frase aparece, insertemos un nuevo dibujo que se liga al anterior con una flecha. La segunda vez que narremos la historia, podríamos comenzar a reemplazar los dibujos por la escritura de palabras.
sugerimos, para que los niños se animen a reconstruir el relato con juegos gestuales, fonéticos o verbales propiamente dichos, que el texto sea breve, con pocos personajes y con situaciones claves que los vinculen. por ejemplo, "Osito", de Anthony Browne:
Éste era un osito
que tenia un lápiz mágico
el osito paseaba con su lápiz por el bosque
de repente, aprecio una enorme changa
el osito no tuvo miedo
dibujo un changuito bebé
la changa se puso a jugar a la mamá
